Historia
Historia del molino
Ubicada en las afueras del precioso pueblo de Candelario y en el camino hacia la sierra, en un paraje espectacular con vistas increíbles a la montaña, se encuentra la finca ‘El molino’ que fue durante siglos una finca dedicada al pasto del ganado. A principios del siglo XX se convierte en una explotación agrícola, donde principalmente se cultivaban patatas y judías y la cría de algunos animales domésticos.

A principios del siglo XXI y gracias a las nuevas tecnologías, los herederos de dicha finca pueden volver a instalarse en éste precioso pueblo y deciden recuperarla con carácter lúdico, adaptándola a todas las comodidades de una finca de recreo, dotándola de todo tipo de comodidades como piscina, pista de padel, aparcamiento, zonas de sombra, etc… convirtiéndose en un lugar inmejorable de descanso en la montaña, donde se puede disfrutar tanto de la naturaleza, gastronomía, cultura y deportes todo el año como senderismo, bicicleta y esquí en la próxima estación de La Covatilla.

Con el fin de poder regar las distintas plantaciones se construyó un pozo artesiano y un molino de viento para bombear el agua. A partir de ese momento la finca adoptó el nombre de esta
construcción.
Posteriormente con el
‘éxodo’ rural de los años 60 y 70, la finca dejó de tener utilidad y
quedó completamente abandonada, con las paredes caídas y la vegetación serrana cubriendo
por completo lo que antaño habían sido canales de riego, bancales y zonas de pasto, finalmente las aspas del molino se fueron deteriorando hasta su total
inoperabilidad y su estructura metálica de perfiles de ángulos desmontada.
